domingo, 28 de febrero de 2010

Déjame a solas con el piano.

Lo que siento cuando escucho. Lo que escucho cuando siento.

Déjame a solas con el piano. Ese es el nombre.


Como cuando eres niño. Imaginas a tus hijos y los nombres que van a tener. Algunos eligen nombres ridículos en otro idioma y otros no se rompen la cabeza. Unos toman los excéntricos personajes de telenovela como la fuente del nombre que sus descendientes han de llevar por el resto de sus días.

Que chinga tan cabrona.

Si los felices papis son una pareja de altos vuelos culturales se inspiran en canciones, libros o autores.

Y a veces la chinga no suele estar menos cabrona.

Los enamorados luego ponen el nombre de quien fuese el amor imposible de la secundaria. A costa de los riesgos...

Déjame a solas con el piano. Ese es el nombre del proyecto de un servidor que tengo que parir tarde o temprano. Mientra el día decide llegar, así se llamará la columna musical de este blog. Sé que no soy ningún experto en música. Sé que los puristas se van a enfadar conmigo y me van a tirar mucha mierda por las cosas que aquí escribiré en el futuro.

Pero éste es mi blog y en él puedo escribir de chancros si así lo deseo.

Pero será de música. La música que a mi me gusta, como alguna vez lo escribió @marinhoaguilar
La crítica y el diálogo están abiertos, así que quien guste aportar, tome la libertad de sentirse como en su blog =)

Déjame a solas con el piano son las cosas que escucho. Lo que siento cuando escucho. Lo que escucho cuando siento. Es el diálogo íntimo entre quien dice algo y espera que alguien le responda del otro lado de los audífonos con la misma intensidad.

Ésto es Déjame a solas con el piano en Si lo rompes me lo pagas. La columna de la música que me gusta en el blog de los imperativos y las advertencias.

FIN

P.D. No sé tocar el piano, pero cómo me gustaría hacerlo...

Lo que me desespera (y seguro a ti también) Segunda parte.

Ahí les van las rápidas de este mes, pa los que se quedaron con la duda de lo que sucedió con el post anterior (estoy seguro de que no son muchos):

1. Faltaban 6 horas para elegir el area de especialización en la carrera. Decidí no dormir hasta haber elegido porque no quería despertar con la duda rondando mi hermosa cabeza. Y sí, terminó siendo
Producción Audiovisual =) a pesar de también haber elegido una materia de Publicidad. ¡Así que súbanse las medias productores del mundo, que ahí les va este güey!

2. Sobre el conflicto Vergara-Morales y el escudo del Guadalajara. Jorge Vergara perdió hace un par de semanas ante una instancia judicial el derecho a explotar comercialmente la marca
Chivas y su escudo. Muchos han quedado confundidos ante lo anterior, por lo cual debe de quedar claro que Jorge Vergara sigue siendo dueño del Club Deportivo Guadalajara, simplemente el derecho de explotar la marca ha pasado a manos de la Asociación Civil.

En otras palabras, es un lío enorme. Pero para muchos de los románticos como yo, significa el primer paso para que el escudo vuelva a la normalidad.

Por lo de Ramón, el hecho de que el equipo tenga el mejor arranque en la historia del fútbol mexicano con 8 victorias de inicio no quiere decir que nos hayamos olvidado de la canallada que la directiva hizo con el capitán. Ramón es desde hace mucho una leyenda que se entregó por los colores y eso nos consta a más de uno. En la roja sangre y los blancos huesos de todos nosotros ya hay un lugar especial para él, vaya a donde vaya.

3. Twitter, messenger y las moscas siguen siendo un incordio a la hora en que uno hace cualquier cosa. Pero ese es precisamente el dilema naciente en varias de mis clases en la FCPyS. Estas herramientas (hablamos de twitter y sus primos, olvídense de messenger y las moscas) pueden volvernos increíblemente eficientes en todo lo que hacemos. Sólo basta con poner verdadera atención y ser selectivos (en el buen sentido) a la hora de
seguir gente. ¡Te asombrarás de lo poderoso que puedes llegar a ser!

Basta de inserciones. Ya me he vuelto asquerosamente rico la semana pasada.

4. Con lo de México y sus líos.... hijole, no quiero hacer corajes ahorita. Mejor luego.